Mayoría de Edad

Todos recordamos esa adolescencia cuando cada año nos parecía eterno, no veiamos la hora de llegar a nuestro cumpleaños, no solo por la fiesta y los regalos sino para ser mayorcitos, poder manejar, tener novia y salir solos.
Como han pasado los años desde entonces, ahora estos se me van volando y sin darme cuenta ya estoy un año mas allá de la juventud. Sin embargo en el fondo seguimos siendo niños y cada aniversario, con los amigos, la familia, la torta y los regalos volvemos a sentir la alegría de estar vivos matriculando cada año. Este comienzo de Abril marca junto con los finales de marzo, la hora de los Arianos Chéveres. En tal sentido un grupo de amigos se encargaron de celebrarme mi cumpleaños entre globitos, caña, comida, musica, risas y chismes, como manda el manual de la gente chévere, asi que la pasamos CHEVERISIMO. La gran mayoría de mis amigos vino a la fiesta, y los que no, se disculparon como siempre con una poderosa excusa, de esas que solo los venezolanos sabemos usar. Para mi autoestima, todos llamaron y se hicieron presentes de una manera u otra. La celebración se distinguió por tres cosas excepcionales, aparte por supuesto de la gran cantidad de gente chévere que se hizo presente: La primera fue un dia espectacular, soleado, con brisa y deliciosa temperatura, un atardecer de fotografía y una luna llena jugando detras de las palmeras, que hizo que cada uno buscara una pareja para no desperdiciar esa luna que pedía a gritos que la besaran, este dia fue un regalo de papá Dios. La segunda cosa excepcional fue, a decir de la gente, la comida, una excelente surtido de platos orientales Japoneses y Chinos que fueron el deleite de muchos. La Tercera fue la extraordinaria participación del cantante Andres Zapata, joven de gran futuro quien nos brindó una serenata extraordinaria con su calida voz y que dejo alborotadas a las mujeres solteras y casadas que asistieron a mi cumpleaños. Luego no satisfechos con esto un criollisimo conjunto de musica venezolana Arpeggio Latino, que con arpa cuatro marcas y tambor, le dio el caracter propia de la fiesta Chevere. A todos mis amigos que hiceron posible este inolvidable momento, a los que fueron y a los que no fueron, a los que aprecian y siempre me apoyan en mis iniciativas, a todos ellos gracias. o los nombro para que no se me quede nadie afuera, pero ellos saben quienes son. Doy gracias a Dios que me volvio a la vida este año que paso para que pudiese disfrutar de este inolvidable cumpleaños Feliz, gracias a toda mi Gente Chévere, sin ellos no hubiese habido que recordar.