Venezolanos “echan pa lante” en USA

“Venezuela es un país de grandes riquezas naturales con una democracia estable y una pujante clase media”, así nos referíamos al país cuando llegamos como becarios, más de 80,000 venezolanos, entre los años 1972 y 1986 a norte América. A través dal plan de becas Mariscal de Ayacucho así como los que llegaron becados por funda Papá, fué posible para muchos venezolanos la vivencia de alcanzar una educación y cultura diferente y fuera de nuestra parroquial Venezuela.

Veinte años mas tarde, muchos de aquellos venezolanos que una vez pisamos estas tierras como turistas o como estudiantes, nos encontramos hoy con la cruda realidad de que ahora estamos como emigrantes.

Para muchos esta la sensación de que el país que una vez tuvimos y soñamos ya no existe, que este ha sido reemplazado por una compleja realidad social y política, que pareciera proyectarse mas allá de lo que nos queda por vivir.

Así que los que aquí llegámos, por destino o por decisión propia, tenemos que sobrevivir y triunfar. Muchos ya han quemado las naves y no tienen regreso posible, otros temen regresar por razones obvias, pero lo cierto es que ahora la cosa no es en juego, tenemos que establecernos y formar parte activa de esta sociedad para poder triunfar, aquí como lo han hecho otros grupos emigrantes.

Aprendamos de la historia de todos esos grupos, de los irlandeses, polacos, italianos, judíos, y más recientemente de los cubanos, la clave a mi juicio es la unión, el apoyo mutuo, la solidaridad, sobrevivir en estas condiciones, en este sistema no es fácil, muchos de los que aquí estamos no llegamos jóvenes, llegamos formados y con media vida ya completada en Venezuela, donde éramos importantes, profesionales, productivos, atiborrados de familia y de amigos, ahora estamos solos, y pagando con creces la ignorancia de no conocer este sistema, de no tener contactos o de no ser vistos. Muchos de los que llegarón bien financiados han vistos sus ahorros mermar y han tenido que ajustarse a un nuevo nivel de vida. Para otros el cambio ha representado un fuerte golpe a su autoestima al tener que ejercer ocupaciones para los cuales nunca se plantearon realizar. Pero asi es la vida del emigrante un cambio de todo lo que conociamos como nuestra realidad.

No hay números precisos de cuantos somos, se estima que mas de 200,000, a pesar de que pienso que la gran mayoría emigró legalmente, no hay que ser adivino para esperar que muchos se encuentran ilegales por necesidad y no por gusto. Estados Unidos es un país de gran atractivo para los venezolanos que desean emigrar, es visto como un país de grandes oportunidades y de una tela social donde todos encajamos, sin importar nuestro origen, sin embargo la transición no es fácil, el golpe es fuerte y afecta no solo a los que llegan con una mano adelante y otra atrás, sino también a aquellos que llegan “fondeados” como solemos decir.

Creo que debemos, sin perder el pulso de lo que acontece en Venezuela, donde las cosas pueden cambiar de un día para otro, mantenernos unidos y socialmente organizados no necesariamente a través de organizaciones de interés político o de resistencia como muchos pensaran, sino como una efectiva fuerza de progreso para nuestra comunidad aquí en Norteamérica. Para la gran mayoría de nosotros nuestro futuro esta aquí, no allá, no hay vuelta atrás y ya dimos el gran salto hacia una vida mejor, debemos hacer lo posible por estimular la participación en eventos donde podamos conocernos y compartir con otros venezolanos, hacer sinergia, apoyarnos, estimular los negocios y los eventos sociales, solo así podremos mantener nuestra herencia cultural y el bienestar para nuestros hijos.

Este sitio web y muchos otros están dedicados a mantenernos informados del acontecer social de nuestra gente en los Estados Unidos, son buenas oportunidades para solidarizarnos en el triunfo conjunto de nuestra emigración. Aspiro que dentro de 20 años, norteamericanos reconozcan la contribución de nosotros y de nuestros hijos a esta nueva patria que nos ha recibido con todas sus virtudes y sus defectos.

Dejemos de estar soñando con un pasado que no volverá y emprendamos juntos un espléndido porvenir, no solo para nosotros acá, sino para los que están en Venezuela, que por lo que se ve necesitaran cada vez más de nuestro apoyo.